Ya desde antes de la pandemia conocíamos en el Perú la modalidad de educación a distancia, como una ayuda a las personas que querían desarrollarse profesionalmente, pero por diferentes motivos, como la distancia, tiempo, trabajo, etc., no podían tener clases presenciales. Lo que jamás imaginamos fue que se convertiría en una necesidad y en la única manera de enseñanza a todo nivel educativo.
La llegada del COVID-19 ha provocado el confinamiento de los ciudadanos y el cierre de establecimientos públicos para asegurar el distanciamiento social. Todo esto ha generado el cierre temporal de las escuelas y universidades del mundo.
Según la UNESCO la pandemia del coronavirus ha afectado a más de 1500 millones de estudiantes de 186 países, lo que representa el 73,8 % de la población estudiantil mundial.
Por tal motivo, la mayoría de países empezaron a trabajar rápidamente en una educación a distancia y de esta manera no perjudicar la formación académica de los alumnos. En nuestra región, los países que mejor se han adaptado a esta modalidad son Uruguay, México, Colombia y Chile. Estas naciones ya contaban con la conectividad y herramientas remotas necesarias para garantizar la calidad de aprendizaje de sus estudiantes.
En el Perú, las clases escolares empezaron oficialmente el 6 de abril, mediantes la implementación del programa ‘Aprendo en Casa’, el cual utiliza las plataformas de internet, radio y televisión para impartir conocimiento a los estudiantes de la educación pública.
Además, las Universidades públicas y privadas también comenzaron sus ciclos académicos bajo plataformas y herramientas online.
Sin embargo, al ser implementado, empezaron a saltar a simple vista las deficiencias en nuestro sector educativo tanto en el básico como en el superior, con noticias diarias de las innumerables quejas y reclamos a la SUNEDU por el mal manejo de las tecnologías que venían haciendo las universidades y la evidente inequidad que existe con respecto al acceso al internet y a la tecnología.
En nuestro país la brecha digital que existe es muy grande, ya que no todas las zonas del Perú cuentan con la conectividad necesaria para acceder a esta modalidad de aprendizaje. Según el INEI, sólo el 40% de los hogares a nivel nacional tienen acceso a Internet y en el área rural sólo el 5%.
También nos enfrentamos a otro gran reto, el de los maestros y el desarrollo de competencias TIC y los aspectos tecnopedagógicos
Uno de los aspectos más importantes para mejorar la educación a distancia, es adaptar la metodología, los contenidos y actividades a las necesidades de los estudiantes. Esta modalidad implica un aprendizaje más autónomo y activo por parte del estudiante. Por ello, es necesario que el docente plantee sus actividades de acuerdo a los criterios y logros de aprendizaje. El enfoque en estos tiempos debe dirigirse a desarrollar habilidades del siglo XXI, tanto en los docentes como en los estudiantes, para afrontar esta situación y desarrollar una educación digital.
Es necesario también el diseño de estrategias pedagógicas para lograr el objetivo de aprendizaje de los estudiantes. Más allá de modificar o generar la currícula, está la preocupación porque por este medio se pueda también formar ciudadanos. Esta es la oportunidad de trabajar aspectos valiosos como inculcar la solidaridad y el respeto.
Bibliografía:
UNESCO (2020). Aprendiendo en casa: educación a distancia para todos. Recuperado de: https://es.unesco.org/news/aprendiendo-casa-educacion-distancia-todos
INEI (2019). Alrededor del 40% de los hogares del país tiene acceso a internet en el segundo trimestre del presente año. Recuperado de: http://m.inei.gob.pe/prensa/noticias/alrededor-del-40-de-los-hogares-del-pais-tiene-acceso-a-internet-en-el-segundo-trimestre-del-presente-ano-11829/#:~:text=El%2039%2C5%25%20de%20los,Tecnolog%C3%ADas%20de%20Informaci%C3%B3n%20y%20Comunicaci%C3%B3n
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